Cómo vencer la rutina en pareja

Cómo vencer la rutina en pareja

La concepción posmoderna de la pareja funda sus bases en límites muchas veces difusos, y en la idea de pareja como la simple suma de dos individualidades; como dos personas que se encontraron a mitad de camino y decidieron unir sus fuerzas.

 

Decía la Escuela de la Gestalt: “El todo es más que la suma de partes”, y en la pareja eso es exactamente lo que debería ocurrir: hay algo que se genera más allá del “yo + tú”, un intangible compuesto por las vivencias compartidas, el pensar en el otro, los proyectos en común, las metas planteadas ( y concretas) y, eventualmente, la descendencia.

Uno de los temores más comunes, según esa concepción, es caer en la rutina. En estas épocas el compromiso generalmente es visto, no sólo como una negociación de la propia libertad, sino también como un pasaporte directo hacia la meseta de la vida.

¿Quién te dijo que pareja = rutina?

La idea de la pareja como un ente en sí mismo rutinario y aburrido no es más que una falacia. Es cierto que, luego de un largo tiempo compartido, uno tiende a relajarse en ciertas cuestiones para con el otro, y tal vez no todos los días ocurra algo extraordinario. No obstante, estar en pareja debería –y puede- ser una de las experiencias más completas y estimulantes de la vida del ser humano.

Aquí es donde verdaderamente entra en juego la individualidad. Cuando comienzan a detectarse indicios de rutina, ¿Cuál es la solución? ¿Responsabilizar a la pareja porque no nos está dando lo que necesitamos para ser felices? ¿Por qué no enfocarse mejor en uno mismo? Quizás hay algo que modificar, algo que está a nuestro alcance pero probablemente no estemos viendo.

Señales de alerta

Las preocupaciones cotidianas, el stress, incluso los rituales del día a día llevan al agotamiento de uno, que inevitablemente repercute en la pareja en forma de roces y discusiones. Si hay hijos de por medio, generalmente se tiende a priorizar la crianza y el bienestar de los mismos por encima del disfrute de la pareja, lo cual es motivo de distancia y enfriamiento.

Las discusiones, no obstante, son un signo de que el vínculo está vivo, de que hay algo por lo cual pelear, siempre y cuando no sea en tono destructivo sino con idea de pulir, de mejorar o construir.

No obstante, cuando el fantasma del aburrimiento se apodera de la pareja, ni siquiera se discute.

Los días solo transcurren de manera chata, sin sobresaltos pero sin estímulos tampoco. Las demostraciones de afecto se dejan de lado, junto con los chistes, los guiños cómplices y sobre todo el compañerismo, que es el factor que mantiene vivo el amor a través del tiempo, incluso cuando el enamoramiento cede paso a la estabilidad. El sexo se vuelve monótono o no se practica frecuentemente.

Si esto es lo que está ocurriendo en tu pareja, entonces es momento de ponerse en acción.

Tips para combatir la rutina en la pareja

 Ante los síntomas de agotamiento en la pareja, lo peor que se puede hacer es bajar los brazos o acostumbrarse a que sea de por vida así. Existen miles de pequeños trucos para declararle la guerra a la rutina. Deberás tener en cuenta que recuperar la armonía y el compañerismo durante el día, mejorará el deseo de un encuentro íntimo por la noche.

Aquí, algunas sugerencias que puedes comenzar a implementar:

• Si se avecina una discusión, propone seguirla fuera de casa, en algún lugar neutral. Eso los ayudará a limitarse si en algún momento pierden los estribos, evitando herirse mutuamente.

• Una vez que se cruza el umbral del respeto, será muy difícil volver atrás: evitá los insultos y agresiones, y de la misma manera imponé un límite cuando la agresión aflora de su lado.

• Eviten usar la cama como ámbito de discusión; llenarán de energía negativa un lugar que debe estar únicamente destinado al amor.

• Mostrate más atenta a sus necesidades, expresate con dulzura. Interesate por sus asuntos. Puede que su silencio inhiba tus demostraciones de afecto, y tal vez él por su parte sienta que lo estás descuidando.

• No tengas miedo a sorprenderlo: podés vestirte sexy para una cena de dos, o desplegar todo tu potencial para seducirlo en la cama. No te verá ridícula, sino todo lo contrario: le encantará saber que la dama que tiene a su lado también puede encender sus pasiones más ocultas.

• Preguntale qué ropa interior le gusta más y sorprendelo en tu próximo encuentro. Pensá que te gustaria probar: masajes, caricias, poses, juguetes sexuales y simplemente ¡expresate! En materia de sexo no existen mayores límites que los que uno se auto-impone.

• Busca lugares nuevos: bares, restaurantes, paradores frente al río. Pensá qué obra de teatro o película les gustaría ver y simplemente salgan. Muchas veces no es necesario un dineral para pasarla bien, y les hará mucho bien salir de casa y renovar el aire con una propuesta divertida.

• Sentite segura de tu cuerpo y tu actitud. Con eso, tendrás más de un 50% ganado. Muchas veces la inseguridad con una misma es el factor que reprime muchas de las iniciativas sexuales de las mujeres, convirtiéndose en el aliado perfecto de la rutina.

• Y sobre todo, nunca des tu historia por perdida, al menos antes de intentarlo… ¡Nunca es tarde para torcer el rumbo!

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