Examen mamario

Examen mamario

El examen mamario es una de las formas más simples de detectar nódulos y malformaciones potencialmente malignos, pero se trata de una práctica un tanto incómoda para algunas pacientes.

¿Cómo vencer el tabú al control ginecológico y al propio tacto?

¿En qué consiste el examen mamario?

El examen mamario consiste en una práctica exploratoria de las mamas que se realiza en la consulta con el ginecólogo y se repite cada un tiempo determinado.

Tiene como fin detectar nódulos, malformaciones, secreciones o manchas de las mamas. Se realiza como parte de la exploración física general que incluye pelvis, vulva, útero, ovarios y vagina como parte de la rutina ginecológica, pero también se recomienda que la paciente lo repita a modo de auto-examen una vez por mes.

¿Cómo se realiza el examen mamario?

En el consultorio, el profesional te va a indicar que te acuestes boca arriba en la camilla y coloques un brazo por detrás de la cabeza.

Luego, presionará contra tu tórax, cubriendo los cuatro cuadrantes que componen cada pecho. El examen se extiende hasta la axila.

Otra variante es la palpación en forma de espiral, desde el pezón hacia fuera, primero en una mama y luego en la otra.

¿Cuáles son los cuadrantes que componen la mama?

Para su exploración, la mama se divide en cuatro cuadrantes: inferior interno, inferior externo, superior interno y superior externo. Este último se extiende hasta la axila formando la quinta zona a explorar, una región llamada “Cola de Spencer” o prolongación axilar.

¿Cómo realizo el auto-examen en mi casa?

Por empezar, siempre es bueno consultar con el médico de confianza si esto, según su criterio, es necesario. Hay quienes lo recomiendan, pero también hay quienes creen que, si la paciente no se siente cómoda con esto, no es necesario que lo realice ya que no es determinante en la detección del cáncer (como sí lo es una mamografía, por ejemplo).

En caso de que el ginecólogo te recomiende hacerlo todos los meses, esperá unos 5 ó 7 días después de tu período, ya que cuando estás menstruando las mamas tienden a hincharse más de lo normal.

Entonces, cuando sea el día indicado:

• Recostate boca arriba y colocá una mano detrás de la cabeza.

• Con tres dedos de la mano contraria, presioná suave y firme, trazando un espiral con movimientos circulares desde el pezón hacia afuera.

• Luego, sentada o de pie, examiná la zona de la axila.

• Por último, presioná el pezón para constatar que no haya secreciones.

• Repetí el procedimiento con la otra mama.

• Por último, parate frente a un espejo con los brazos a ambos lados y examiná cuidadosamente tus pechos en busca de manchas, abolladuras, rugosidades, hoyuelos o cualquier anomalía (si el pezón está retraído, por ejemplo)

• Repetí el procedimiento con ambos brazos detrás de la cabeza

¿Cómo se si lo que encontré es anormal?

Antes que nada, tenés que saber que toda mujer tiene una serie de pequeños nodulitos internos, producto de las capas que componen el tejido mamario. Lo importante es determinar si realmente hay elementos nuevos con respecto al tacto anterior.

Para detectar un nódulo con precisión, deberás tener en cuenta una serie de cuestiones:

• Ubicación.

• Tamaño.

• Consistencia

• Sensibilidad.

• Si está adherido a tejidos aledaños.

• Si se desplaza o no.

• Si hay cambios a nivel de la piel (Enrojecimiento o manchas).

• La forma.

• La posibilidad de delimitar los bordes.

¿Cuáles son las enfermedades que se pueden detectar a partir de este examen?

Si existe secreción a través de las mamas, puede deberse a:

Galactorrea: Presencia de leche materna fuera de todo embarazo o lactancia. Puede tener relación con algunos medicamentos, o trastornos endocrinológicos.

Infecciones: Cuando el líquido segregado es una sustancia purulenta

Lesión intraductal: Cuando la secreción es serosa o hemática (Relativa a la sangre). Si se confirma la presencia de nódulos, pueden ser causados por: Enfermedad fibroquística Fibroadenomas Cáncer de mama.

¿Con qué frecuencia se realiza?

Si el profesional lo avala, es recomendable hacerlo una vez por mes.

¿Qué tengo que saber sobre los resultados?

Ante cualquier anomalía se recomienda la consulta inmediata con el ginecólogo, que derivará en un estudio de imagen a efectos de aportar mayores precisiones sobre la naturaleza y riesgos de la misma.

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